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martes, 13 de noviembre de 2012

Calabaza: no sólo en otoño

La Calabaza proviene de la planta calabacera y pertenece a la familia de las Cucurbitáceas. Podemos encontrarla en el mercado todo el año, pues hay muchas variedades de calabaza.
Y no solamente se utiliza en gastronomía sinó también en decoración, ya que su forma y color permiten crear objetos originales. Algunas variedades con formas “raras” son vendidas sólo para decoración.

La calabaza contiene por 100 g de porción comestible: principalmente agua (aprox. 90%), pocos hidratos de carbono (4,59 g), mucha fibra (2,16 g), y un escaso aporte de grasa (0,13 g), con lo cual es un alimento con muy pocas calorías (28,37 kcal)

La calabaza contiene micronutrientes:
Vitamina A (127,58 µg), Vitamina C (12 mg), Vitamina E (1,056 µg), vitaminas del grupo B: B1 0,047 mg); B2 (0,067 mg); B3 (0,35 mg), B6(0,11 mg).
Minerales: Potasio (304 mg), Calcio (22 mg), Magnesio (8 mg), Hierro (0,8 mg), Zinc (0,2 mg), Sodio (3,1 mg).
Otros micronutrientes: ácido fólico (36 µg), Beta-carotenos (705,5 µg), ácido oxalático, ácido oleico, ácido linoleico, ácido aspártico, ácido palmítico, lecitina, y aminoácidos.

Como hemos indicado, es buena fuente de fibra que ofrece mayor sensación de saciedad y mejora el tránsito intestinal por la alta presencia de mucílagos (un tipo de fibra soluble que tiene la capacidad de suavizar las mucosas del tracto gastrointestinal), y su efecto laxante. Por ello la calabaza es indicada para personas que tiene digestiones pesadas (dispepsia - mala digestión), acidez de estómago, pirosis, gastritis o úlcera gastroduodenal de evolución favorable.

Además de lo comentado, las propiedades beneficiosas de la calabaza la hacen recomendable por:
  • Ser diurética y depurativa (rica en potasio y pobre en sodio).
  • Ayudar a evitar las infecciones del aparato respiratorio.
  • Ayudar a reforzar el sistema inmunológico: formación de anticuerpos, producción de glóbulos rojos y blancos.
  • Su riqueza en beta-caroteno que cuida la vista el buen estado de la piel, las uñas y las mucosas, así como los huesos y dientes.
  • Prevención de enfermedades: el beta-caroteno, sustancia de acción antioxidante, igual que la vitamina E y C, neutraliza los radicales libres. El consumo frecuente de calabaza contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y de cáncer (poder anticancerígeno).
  • Favorecer la transmisión y generación del impulso nervioso y muscular.
  • Ayudar a disminuir el exceso de peso: La calabaza es un alimento de poco calórico. Su principal componente es agua y su contenido en hidratos de carbono es de 4,59 g. Además, la presencia de grasa es casi inapreciable. Por contra, proporciona una cantidad de fibra a tener en cuenta, lo que, junto a las menos de 30 calorías que aporta por cada 100 gramos, la convierte en una hortaliza recomendada en dietas de control de peso.
Consumo:
La calabaza se puede tomar en forma de puré o crema, en pasteles y buñuelos, y si la consumes asada al horno (a 150ºC durante 20 minutos) puedes tomarla como primer plato aderezada con aceite, como acompañamiento de un pescado, o con un poco de canela como postre.
También pueden secarse las semillas y tostarlas en el horno (por su contenido en cucurbitina con propiedades vermífugas ayuda a combatir los parásitos intestinales).

RECETA: CREMA FINA DE CALABAZA
Ingredientes (4 personas): 300 g de calabaza; 1 cebolla mediana; 2 patatas medianas; 1 litro de agua; aceite y sal.

Preparación:
Sofreír en poco aceite la cebolla cortada en juliana. Cuando esté dorada, añadir la calabaza cortada a trocitos pequeños, y remover. Pasados dos minutos añadir dos patatas medianas cortadas a trocitos pequeños. Cubrir con un litro de agua fría. Dejar hervir 20 minutos. Retirar algo de caldo, y triturar todo para hacer un puré. Añadir un poco de caldo para lograr la consistencia deseada. Rectificar de sal.
Servir en un plato hondo con un chorrito de aceite.

Esta crema puede servirse caliente o fría.

Truco (para los que no debáis seguir una dieta pobre en grasas): Recordad que la calabaza tiene un sabor dulce, por lo si le ponemos un contraste salado como unos trocitos de jamón o unos dados de pan frito, será más apetitosa.

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